jueves, 18 de septiembre de 2014

Querido Diego

Gracias por demostrarme día a día lo que es el fútbol, si tendría que dar un ejemplo para definir talento, sería tu nombre completo, sin lugar a dudas. 

Desde muy temprana edad desperté en mi esta admiración desmedida hacía tu fútbol, pero particularmente a tus "resurrecciones". Como diría la Negra Mercedes Sosa: "Tantas veces me mataron, tantas veces me morí y sin embargo estoy aquí, resucitando". No tuve la suerte de verte en tu mejor momento, es más, soy de Octubre del '95, justo después de tu regreso a tu Boca Juniors querido. Y tuve que acostumbrarme a escuchar tantas barbaries de tu parte, que no justifico, pero comprendo. Realmente querido Diego, en los años posteriores a tu retiro, y en tus últimos años de carrera tomaste una posición incómoda, entiendo que para ti hubiera sido muy fácil, andar por las avenidas centrales, hacerte patrocinar por la FIFA, pero no. Eres un rebelde, y tratas de defender los derechos de los futbolistas, y eso a los poderosos no les gusta. Siempre a lo largo de tu vida, fuiste ejemplo de superación, pasaste de Villa Fiorito a Barcelona en 8 años, y de la tierra al cielo en un solo partido, en dos jugadas. Aquel Inolvidable 22 de junio de 1986, por los cuartos de final de La copa del Mundo celebrada en México. Enfrentando nada más y nada menos que a Inglaterra, justo después de la guerra de Malvinas

El primero, La mano de Dios, muchos te dicen hasta el día de hoy tramposo, pero yo no lo veo así. Antes del gol, gambeteaste a 5 Ingleses, al momento de buscar la pared, el rechazo hacía atrás de Steve Hodge te quedó precisa, para tu baja estatura no, pero si para demostrar que tienes potrero, que eres pícaro y muy encima de esto, que deseas cobrarte una revancha moral, después de la nefasta y absurda guerra 5 años antes. Bennaceur, el arbitro Tunecino, dio por valido el gol. Tu imagen de nene corriendo y mirando de reojo al arbitro que compró el paquete y marcó el medio es única. Pero para demostrar que más allá de tu viveza criolla eres un artista, llegó el segundo gol, 5 minutos después. 

Tomaste el balón en medio del campo, era increíble ver como pasaban los rivales, parecía que en cualquier momento, una patada te iban a dar. Para fortuna del fútbol no fue así. Cuando gambeteabas ya al tercer Ingles, los espectadores que abarrotaban el mítico estadio Azteca, ya empezaban a levantarse de sus asientos. Luego pasó Fenwick, y te quedabas solo contra Peter Shilton, que dicho sea de paso, te achicó todo el arco. Te diste un segundo más para quedar de nuevo bien perfilado de zurdo y pum, Adentro. Y fuiste a abrazarte con todos, mirando al cielo, con lágrimas en los ojos, con la bronca desbordando.

Desde entonces, dejaste de ser Mortal, pasaste a un grado mayor. Que a pesar de las adversidades, querido Diego, nunca podrán bajarte. porque a pesar de todo, sigues ahí, luchando día a día. Todos cometemos errores y nos equivocamos de distintas formas, haciendo daño quizá a quien no merece. Pero sabes bien que la vida, al igual que el fútbol da revanchas, así que querido Diego, tranquilo, aún la pelota sigue pegada a tu zurda. 


Diego, mirando al cielo.
(Fuente: Fútbol Retro Tv)

1 comentario: